ÁNGELES LÓPEZ El pasado mes de julio la Consejería de Salud de la Generalitat en Cataluña anunciaba un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para desarrollar un programa piloto sobre el uso terapéutico de un derivado del cannabis en seis hospitales de la comunidad. Se trataba de evaluar el efecto de esta sustancia en varios tipos de trastornos como la anorexia y caquexia a consecuencia del sida, el dolor crónico que no responde a fármacos y los problemas de espasticidad (rigidez muscular) de los enfermos de esclerosis múltiple o las náuseas y vómitos ocasionados por la quimioterapia en pacientes con cáncer que no responden a los medicamentos que evitan esos efectos secundarios. El organismo humano tiene receptores cannabinoides. Por eso se están buscando sustancias derivadas del cannabis que actúen sobre ellos para poner en marcha algunas de sus funciones, como la de evitar los vómitos o la relajación muscular, pero sin algunos de los efectos de la molécula original, como las altera
¿Hablamos de fibromialgia?