'Las Tres Gracias'
Poco podía imaginar Rubens cuando creó Las Tres Gracias que siglos después servirían para identificar los puntos de dolor provocados por una enfermedad invisible, desconocida e ignorada por la mayoría. La fibromialgia agarrota nuestros cuerpos, la fatiga crónica pega un zarpazo a nuestra vitalidad y la sensibilidad química múltiple nos aísla en un entorno que agrede nuestro sistema inmunológico. Además, no vienen solas, sino con una larga lista de comorbilidades.
Los afectados hemos tenido que vivir la pérdida de salud. Falta que se den cuenta los responsables de la sanidad pública y pongan en marcha mecanismos más eficaces y rápidos. Somos 1.500.000 personas en España, de las cuales un 90% somos mujeres. ¿Hubiésemos llegado a este punto si hubiesen sido hombres? Se nos niegan bajas laborales, minusvalías, invalideces. Intuimos una especie de terror de los estamentos públicos en reconocer que se encuentran ante una epidemia emergente de muy alto costo, tanto en tratamiento como en investigación y en pagos de pensiones a personas que han dejado de cotizar antes de tiempo.