Luego, a medida que aumentaban los síntomas llego la incapacidad temporal hasta agotar los 18 meses.
En mi “primera vez”, al ir al pasar por el tribunal médico la persona que me atendió, a quien yo conocía por motivos laborales, me llego a preguntar si es que me había picado un mosquito y por eso no podía volver a trabajar. Sobra decir que semanas después recibí una sentencia desfavorable.
Ahora estoy a punto de volver a pasar el tribunal por segunda vez y me ha debido de picar una abeja, pues mi lista de síntomas ha aumentado considerablemente.
No se como pude mantener la calma y no contestar de forma grotesca o violenta la primera vez, ni se cómo voy a reaccionar ahora.
Si nosotros respetamos a aquellos incultos que ignoran todo sobre nuestra enfermedad, no nos deberían respetar ellos de la misma manera? Al menos eso.
Sólo de pensar que me lo voy a encontrar me echo a temblar.
Saludos y ánimos a todas l@s fibros.
La falta de derechos que nos asisten nos obligan a permanecer en el anónimato; esta es una señal más de la "incomprensión" a la que estamos permanentemente unidos. El relato no se puede usar en ninguna plataforma sin el consentimiento de su autora.