el corazón no lo siente.
Así con estas palabras se resume el gran problema de esta enfermedad.
El ser humano huye del dolor, tanto físico como emocional, vivimos en una sociedad que así lo demuestra, en una sociedad en el que el uso de los fármacos antidepresivos y ansioliticos se ha disparado, quizás porque existe la creencia totalmente errónea de que para el dolor emocional y/o físico existe una pastilla que lo cura todo.
Esa sociedad que se aferra a estas creencias...la misma que cree que todos los problemas le suceden a los demás porque quieren, porque no pone remedio.
Enfermar, sea de la enfermedad que sea, cuando te enfrentas a que va a acompañarte toda la vida no depende única y exclusivamente del enfermo, una gran parte de llevar una calidad de vida aceptable va a depender de terceros, terceros como familia, como empresarios, como profesionales de la salúd, como tú, tú mismo@ que estas leyendo estas palabras y no tienes dolor, si algún amigo enferma y el dolor es inevitable, no pongas nunca en duda su dolor, escucha, medita, ponte en su piel (aunque no quieras) y cuando te sumerjas en un mundo oscuro lleno de escaleras rotas a mitad de camino que nunca alcanza la luz, cuando SIENTAS entonces estarás preparado para comprender.
Vivir con el dolor de todo un colectivo durante diez años te da una amplia perspectiva del origen de la discriminación, de la apatía...el ser humano se aleja del dolor, y para no sentirse culpable de su huída hace culpable al enfermo. Negar es no vivirlo, y si lo niegas huyes de esa responsabilidad, no hay problemas, sigo con mi vida.
Algo que el enfermo del dolor sufre constantemente.
La huida de todas las partes implicadas en su vida, en una sociedad en la que ser solidario, ser "verde", ser pro de los derechos humanos es lo más, terrible paradoja miramos hacía el exterior porque lo que tenemos al lado no lo vemos.
¿Cambiará alguna vez la situación de los enfermos del dolor? Díficil respuesta cuando parte del cambio va unido a proceso psicológicos en tod@s, la negación del dolor: el ser humano no quiere sufrir, huye del dolor.
Enfermar con una enfermedad de dolor crónico se convierte en una gran lucha personal que podrá alcanzar el éxito gracias a esa gran dosis de superación y a grandes dosis de solidaridad de todas sus relaciones díarias, cuando tod@s asumen que noy hay porques o como, seguir adelante es más fácil, es alcanzar la serenidad.
Desde aquí quiero agradecer a tantos profesionales que empatizan con el dolor y luchan a diario, divulgan, acompañan en silencio con grandes dosis de humildad y de humanidad, comprendiendo y aceptando los demonios del dolor crónico...grandes profesionales especializados en el campo del dolor, doctores con grandes conocimientos que luchar contra el dolor es su forma de vida aceptando la desesperación de enfermos día a día con grandes dosis de generoso altruismo.
Agradecer a las familias, a los amig@s que ayudan al enfermo del dolor crónico que luchan en contra de todos sus propios demonios y los vencen apoyando sin cuestionar al enfermo día a día.
Agradecer a los empresarios que más allá de una persona que está enferma ve a una persona valiente que se aferra a su puesto de trabajo como único medio de supervivencia y les brindan apoyo, a ellos que se acercan al mundo del dolor. GRACIAS.
Agradecer a los miles de voluntarios la mayoría enfermos que luchan incansablemente en una lucha que no parece tener principio ni final.
Al amplio porcentaje de enfermos con dolor crónico que dejan huella de superación y generosidad día a día.
A todos ell@s GRACIAS.
Todo un ejemplo, si se tiene tiempo para verlo, de vidas de superación lucha y entrega constante que no están tán lejos, están presentes en el día a día de todos.
Desde el más absoluto anónimato hacía los grandes heroes que luchan en una batalla infinita llamada dolor.
Fibromialgia noticias.
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