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¿Eres capaz de sentir un pellizco en el corazón? |
Ayer sacudió un terrible suceso una de las ciudades europeas, miles de lágrimas de impotencia y sentimientos sacudieron miles de almas dolientes, no daban crédito a lo que estaba ocurriendo.
Era una sin razón, un sin sentido.
Mientras miles de personas en todo el mundo viven conviven, malviven con el dolor de no haber sido culpables de nada como los cientos de muertos de ayer y es triste ver como en cada familia, sufre en silencio la lacra del dolor crónico.
Lacra que se lleva el espíritu de miles de personas, millones que luchan por sobrevivir, por dar un día más por vivido o malvivido y que no tenga eco en la sociedad.
La sociedad no se moviliza por el que tiene al lado, por el que sufre, por el doliente.
No se moja mientras ve que alguien cercano a él se le va la vida aunque quiera aferrarse a uñas y dientes. Es el doliente el que tiene que buscar, que llamar a puertas, el que suplicar, el que rogar y llorar de impotencia ante la falta de humanidad de quién le rodea.
No conozco otra enfermedad en el que el que la padece sea más ignorado a todos los niveles que esta.
¿Fue lo de ayer fruto del estrepitoso fracaso de valores humanos en los que nos movemos?
Quisiera pensar que la solidaridad no sólo se práctica en el bloqueo de fronteras, en atentados terribles, quisiera ver un halo de luz en la nobleza del espíritu humano y no alzar los gritos de "fuera barbarie", cuando la barbarie está mucho más cerca de ellos.
Pero es fácil girar la cabeza y unirse a causas que causan terror y que solidarizarse con ellas son cinco letras que quedaran bien en los muros de cualquier red social.
¿Qué pasa con los atentados contra la salud de una persona son vulnerados día tras día?
¿Qué pasa con las malas respuestas de especialistas, de acompañantes, de amigos que culpabilizan al enfermo de no querer sin poder salir?
Que pasa con las enfermedades que no tienen respuesta...oyes el silencio en el infinito.
Eso son silencios, mientras miles de personas piden descansar, y cambiar cinco minutos de su vida por disfrutar de un rayo de sol, porqué hasta mirar el sol duele.
Son millones de personas en el mundo que sufren de dolor crónico y que mueren lentamente sin solución, sin esperanza, y cuando falten si es verdad que se escucha desde otro lugar oirán;-"Dejo de sufrir" en vez de -fue un héroe que pese a tenerlo todo en contra luchó hasta su último aliento.
Sólo espero que la medicina. la sociedad, quien nos rodea nos dé nuestro justo lugar el de un luchador, que luchó sin tener nada a favor. El nadar a contracorriente, el destruir muros infinitos por perseguir ilusiones...por que se tienen vivimos con ilusiones.
Y que sus méritos, su lucha...no pasen al olvido. Nos lo merecemos no somos victimas accidentales, somos victimas de esta sociedad que no tiene recursos para nosotros.
Sí te has quedado sin palabras quizás tengamos aún un poco de esperanza. Sí te has quedado sin palabras no des la espalda al dolor crónico.