Alfred Blasi presenta un nuevo libro "Mi lucha contra la fibromialgia".

No podía haber puesto un mejor nombre a su libro en efecto; es "SU lucha contra la fibromialgia" una lucha que difiere de la lucha de miles de afectados que han podido probar su compuesto y después de leves mejorias han vuelto a sus síntomas iniciales; esta es la lucha de miles de afectados el sobrevivir día a día a una condición crónica dolorosa y extenuante; que ralla los límites de la estabilidad emocional al verse resquebrajada su vida diaria por conflictos familiares, laborales y sociales ante la merma de capacidad para cumplir diariamente con responsabilidades.
Alfred de nuevo antepone su victoria personal ante la desgracia de un colectivo que tendrá que soportar de nuevo las "sugerencias" de que existe una curación.
No existen evidencias cientificas de la realidad de Blasi, en el último congreso de la SER (Sociedad Española de Reumatologia) se presentó un estudio de la pobre eficiencia de este compuesto en nuestra enfermedad y se abogaba por nuevos estudios para confirmar una realidad que Alfred Blasi está gritando a los cuatro vientos.
Y como enferma me encuentro ante el dilema de a quien darle la razón si a la ciencia o al milagro, leo multiples testimonios, infinidad de vivencias y salvo el espacio en la web dedicado unica y exclusivamente a publicitar el producto no leo testimonios de curación ni de sanación entre los afectados.
Refieren "leve" mejoria y transcurrido el tiempo vuelven los síntomas con su crueldad en los casos más graves.
No hace mucho tiempo decía comentaba que somos un colectivo "de moda", nuestro tesón, nuestra capacidad reivindicativa, el asociacionismo (somos un colectivo con un gran número de asociaciones a lo largo de todo el territorio español) todos estos factores han dado lugar a que se nos tenga en cuenta nuestras reivindicaciones pero está claro que después de alcanzar este grado de protagonismo cada cual lo utiliza para "reivindicar" la enfermedad a "su manera".
Alfred Blasi se ha curado y el 3 o 4 % del colectivo de enfermos sigue enfermos...algo falla en esta ecuación.
Estamos en democracia y le pese a quien le pese la mayoria tiene la razón, esta es la verdadera realidad, una dura realidad lamentablemente que nada tiene que ver con la experiencia del autor del libro.
Carmen Martín