Otro relato más de "Los cuentos de la fibromialgia"

Después de varios años, hoy parece que llega el preámbulo al final de mi guerra particular. La enfermedad ha dado la cara de la forma más agresiva después de una lucha interna de querer y no poder, me enfrento a uno de los momentos más cruciales; dictaminar que ya no puedo seguir siendo útil en lo que he desarrollado durante años, abandonar el puesto en que me he dejado la piel durante años.
He llegado hasta aquí, con un montón de dudas queriendo negar lo evidente, intentando volver a mi puesto de trabajo no queriendo renunciar a él y cuando me he rendido a la realidad he empezado este particular calvario, recoger informes de especialistas, especialistas que me han estado tratando siempre y que después de repetirme muchas veces que no estaba en condiciones para trabajar ponen absurdas excusas para reflejarlo en informes.
Aquí empieza otra encrucijada más que no pensaba que me fuera a ocurrir porque hasta el momento creía que lo tenía todo de cara, pero la realidad es bien diferente, las palabras se esfuman cuando hay que dejar constancia en un informe.
Aunque es bien cierto que la evidencia se puede negar durante muy poco tiempo, y después de idas y venidas a los especialistas he obtenido poner cuerpo a los mensajes que durante tanto tiempo había escuchado; no puedes seguir así. Es incompatible el trabajo con tu estado.
Bajas y altas que han minado la confianza en mi mismo...porque si hay algo que nos debilita es la inseguridad, demasiada inseguridad renunciar a tu trabajo, a tu indepencia personal y económica.
Bueno pero ya estoy aquí, estoy a las puertas de acabar esta historia y con la incertidumbre de como voy a poder llenar mi futuro y no dejar que la enfermedad se apodere de mí, más de lo que ha hecho hasta ahora...me niego a la etiqueta de enferma de por vida.....pero esta es otra historia.
Estoy esperando en la puerta, me acaban de llamar....no estoy preparada para esto pero lo he de afrontar...
Por fín estoy fuera, me ha sorprendido la rapidez con la que he sido atendida...más inseguridad a la que venia arrastrando...siento que mi futuro está en manos de una persona que no ha mostrado el más minimo interés en lo que me ocurra en el futuro, me siento desnuda, totalmente desprotegida.
Voy andando y analizando la situación, no quiero llorar, pero siento que a cada paso que doy estoy más desnuda, soy más consciente de lo que acabo de vivir.
He vivido una disertación en primera persona de como estoy según los manuales de libro de los años 50, esa no es mi realidad.
Ha dicho que mi enfermedad no existe y depués de muchos partes de baja firmados con un código que se corresponde al de mi enfermedad. He dejado mi futuro en manos a un profesional que parece desconocer este punto que mi enfermedad es real y está tipificada.
Ha dicho que mi enfermedad es un "cajon desastre" que encierra muchas patologias, depués de años de consulta con mi especialista de probar tratamientos de tomar actitudes para poder llevar una mejor calidad de vida y evitar lo que estoy sufriendo, me encuentro con que "no sé lo que tengo".
Sorprendentemente depués de negar que existia mi enfermedad ha nombrado los criterios canadienses, ¿en que quedamos el manual de los años 50 o la última realidad?...me he estemecido, he dejado de ver nada a mi alrededor, cada vez que soy mas consciente de lo que acabo de vivir mis paso son más erráticos.
Ha nombrado los criterios canadienses, aquellos que recogen toda la información existente de nuestra enfermedad y el reconocimiento de ella, cuando cinco minutos antes me había negado que existía.
Se apodera de mi un frio, siento una soledad inmensa, un vacio que en estos momentos me obliga a dejar de creer en todo lo que creo. Siento que con educación y con una media sonrisa se me han negado años de sufrimientos y que el futuro parece que seguirá por este mismo camino, sufrimiento e incertidumbre.
Diez minutos han sido suficientes para darme cuenta de que aparte de enferma estoy desprotegida.....he leido durante mucho tiempo que nuestra enfermedad nos siente hacernos sentir culpables y ahora me siento culpable.
Culpable de estar aquí, de estar enferma, de ser humillada, de que se me haya cuestionado en diez minutos toda una vida y que me pongan un calificativo que me humilla, que me hace cuestionar todo lo sucedido.....
Dudas y más dudas asaltan mi mente; ¿qué he estado haciendo durante estos años? ¿han servido de algo las visitas a los especialistas? ¿porqué me acaba de negar lo que otros colegas han afirmado rotundamente durante años? ¿tantas pruebas, tantas esperas, tanto dolor, tanto fármacos...para llegar a la conclusión en diez minutos de que no existe?
Desnuda, fria, humillada, deseperanzada, sola....Basta!!!! No puedo sentir tanto dolor!!!!
Sé lo que me espera, problablemete me equivoque...pero lo que tengo bien claro es que el nombre a mi enfermedad lo pusieron ellos no fuí yo la que decidió que se llamase así....y es una actitud cobarde negarla porque no se sepan dar soluciones o la vida de otra dependa de la aprobación de una sola persona para poder seguir con su vida.
Estoy inmersa en un abuso de poder que le pone nombre a mis dolencias para tratarme, darme cita cada año o cada dos y reniega de la enfermedad para negarme lo que es mio por derecho propio.
Voy pasando de la humillación a la indignación he sido manipulada, pero creo que no es nada personal...he tocado la pela y mis derechos como ciudadana y con la pela y tus derechos hay que demostrar que realmente eres benficiaria de ella.
Esto es un juicio, sin duda, en el que se ha dictaminado que soy culpable sin escucharme y tendré que luchar para demostrar mi inocencia.
Carmen Martín