Escrito por Elena Miranda
para el periodico de Zaragoza

Una de tantas "cartas al director" que caen en saco roto.

Me llamo elena, tengo 33 años y desde hace cuatro estoy diagnosticada de fibromialgia. Esta enfermedad me ha cambiado la vida, pero más duro se me hace pensar que todavía haya médicos especialistas y juristas de este país que no nos ven como enfermos sino como unos caraduras. La fibromialgia en mi caso me limita de tal manera que no me siento capacitada para realizar mi oficio (charcutera), ya que esta enfermedad aparte de sus síntomas acarrea otros problemas tales como colon irritable, hernias discales, migrañas y otros trastornos que, en mi caso, me afectan. Estoy cansada de que me digan que el dolor es subjetivo, porque lo único que sé es que mi dolor es real y me destroza día a día. Yo misma me he puesto mis limitaciones para realizar mis tareas domésticas, ya que desde hace cuatro años no puedo trabajar. Estuve 18 meses de baja, pasé un tribunal médico aportando informes en los cuales decían qué lesiones tenía aparte de la fibromialgia. "De puntillas y de talones... brazos estirados... ya está". Les importó muy poco los informes que aporté y con esa ridiculez de prueba me contestaron que era apta para trabajar. ¿Para qué nos hacen entregar tantos informes si luego hacen caso omiso de ellos? Levantarme y no sentir dolor... ese es mi sueño. -- . (Zaragoza)