Edición | Fibromialgia.nom.es 14-04-2008
Autor | Manuel Luis Pérez para lasemana.eu
El fisioterapeuta Javier Moreno ofreció el viernes una charla sobre los puntos gatillo
Una gran parte de las enfermedades en las que el dolor es el síntoma principal podrían estar mal diagnosticadas. El causante de ese dolor generalizado podría ser el síndrome miosfacial, si atendemos a los postulados de los investigadores Travells y Simmons, que en la década de los setenta comenzaron a hablar de los puntos gatillo. Estas zonas de la musculatura reciben este nombre porque al ser afectados por algún tipo de presión o tensión generan dolor en otras partes del cuerpo de las que están distanciados. Así, un punto afectado a la altura del glúteo puede provocar dolores intensos en toda la pierna.
Sobre estas tesis, el fisioterapeuta Javier Moreno desarrolló a lo largo de la charla coloquio que ofreció el viernes por la mañana en el Palacio de Alpériz. Según explicó Moreno, la mayor parte de los diagnósticos de enfermedades como la fibromialgia podrían estar equivocados. Si el médico buscara los puntos gatillo que el paciente tiene afectados, quizás, la enfermedad sería un caso de síndrome de dolor miosfacial tratable por un fisioterapeuta. No es que todos los diagnósticos estén equivocados, sino que el síndrome en ocasiones no es fácil de diagnosticar y se confunde con enfermedades que responden a los mismos síntomas.
El problema radica en que los pacientes no son sometidos a un estudio de su musculatura, es la gran olvidada, según Moreno, en las consultas. También es cierto que para descubrirla es necesario utilizar técnicas como la ecografía o la electromiografía, prueba realizada mediante la inserción de agujas que aplican corriente eléctrica en los músculos.
El dolor
Diversos estudios provenientes de Estados Unidos han llegado a la conclusión de que los puntos gatillo están detrás de diagnósticos como la lumbalgia crónica. En uno de los casos que Moreno pueso como ejemplo, se llegó a la conclusión de que el 97% de los afectados por la lumbalgia respondían a un caso claro de síndrome de dolor miosfacial.
En otras ocasiones se confunde con afeccion de ciática, túnel carpiano, codo de tenista o hernia de disco.
El factor emocional
Las lesiones musculares se producen principalmente por la sobrecarga muscular, debida a posturas mantenidas o esfuerzos continuos. También afecta el frío y la presión de la ropa o de objetos como carteras en el bolsillo trasero del pantalón, así como el peso de bolsos o dormir siempre del mismo lado. También pueden deberse a factores estructurales, de la forma del cuerpo o déficit de vitaminas o minerales. Pero sin duda, uno de los factores que más influyen en la perpetuación del dolor es el factor emocional. El estrés, la ansiedad y los factores psicológicos provocan una mayor sensibilización del paciente hacia el dolor, con lo que se entra en un círculo vicioso del que es difícil escapar. Los diagnósticos desacertados pueden también llevar a una depresión que perpetúe y aumente el dolor.
Por tanto, lo primero que debe hacer un paciente afectado por el síndrome de dolor miosfacial es tener voluntad de curarse.
Recomendaciones para aliviar el dolor
Una vez que el paciente ha sido diagnosticado de síndrome de dolor miosfacial tras una exploración exhaustiva, existen varios tratamientos que pueden aliviar el dolor o hacerlos desaparecer. Administrando relajantes musculares, masajes o corrientes eléctricas en el punto que provoca el dolor puede controlarse y aliviarse. Técnicas ancestrales como el yoga ayudan a relajar los músculos afectados; los puntos de acupuntura coinciden en un 77 por ciento con los puntos gatillo. Para prevenir el dolor muscular, lo mejor es hacer un ejercicio suave y continuo y evitar las posturas mantenidas durante largo tiempo.
-Saber más sobre sindrome miofascial
Autor | Manuel Luis Pérez para lasemana.eu
El fisioterapeuta Javier Moreno ofreció el viernes una charla sobre los puntos gatillo
Una gran parte de las enfermedades en las que el dolor es el síntoma principal podrían estar mal diagnosticadas. El causante de ese dolor generalizado podría ser el síndrome miosfacial, si atendemos a los postulados de los investigadores Travells y Simmons, que en la década de los setenta comenzaron a hablar de los puntos gatillo. Estas zonas de la musculatura reciben este nombre porque al ser afectados por algún tipo de presión o tensión generan dolor en otras partes del cuerpo de las que están distanciados. Así, un punto afectado a la altura del glúteo puede provocar dolores intensos en toda la pierna.
Sobre estas tesis, el fisioterapeuta Javier Moreno desarrolló a lo largo de la charla coloquio que ofreció el viernes por la mañana en el Palacio de Alpériz. Según explicó Moreno, la mayor parte de los diagnósticos de enfermedades como la fibromialgia podrían estar equivocados. Si el médico buscara los puntos gatillo que el paciente tiene afectados, quizás, la enfermedad sería un caso de síndrome de dolor miosfacial tratable por un fisioterapeuta. No es que todos los diagnósticos estén equivocados, sino que el síndrome en ocasiones no es fácil de diagnosticar y se confunde con enfermedades que responden a los mismos síntomas.
El problema radica en que los pacientes no son sometidos a un estudio de su musculatura, es la gran olvidada, según Moreno, en las consultas. También es cierto que para descubrirla es necesario utilizar técnicas como la ecografía o la electromiografía, prueba realizada mediante la inserción de agujas que aplican corriente eléctrica en los músculos.
El dolor
Diversos estudios provenientes de Estados Unidos han llegado a la conclusión de que los puntos gatillo están detrás de diagnósticos como la lumbalgia crónica. En uno de los casos que Moreno pueso como ejemplo, se llegó a la conclusión de que el 97% de los afectados por la lumbalgia respondían a un caso claro de síndrome de dolor miosfacial.
En otras ocasiones se confunde con afeccion de ciática, túnel carpiano, codo de tenista o hernia de disco.
El factor emocional
Las lesiones musculares se producen principalmente por la sobrecarga muscular, debida a posturas mantenidas o esfuerzos continuos. También afecta el frío y la presión de la ropa o de objetos como carteras en el bolsillo trasero del pantalón, así como el peso de bolsos o dormir siempre del mismo lado. También pueden deberse a factores estructurales, de la forma del cuerpo o déficit de vitaminas o minerales. Pero sin duda, uno de los factores que más influyen en la perpetuación del dolor es el factor emocional. El estrés, la ansiedad y los factores psicológicos provocan una mayor sensibilización del paciente hacia el dolor, con lo que se entra en un círculo vicioso del que es difícil escapar. Los diagnósticos desacertados pueden también llevar a una depresión que perpetúe y aumente el dolor.
Por tanto, lo primero que debe hacer un paciente afectado por el síndrome de dolor miosfacial es tener voluntad de curarse.
Recomendaciones para aliviar el dolor
Una vez que el paciente ha sido diagnosticado de síndrome de dolor miosfacial tras una exploración exhaustiva, existen varios tratamientos que pueden aliviar el dolor o hacerlos desaparecer. Administrando relajantes musculares, masajes o corrientes eléctricas en el punto que provoca el dolor puede controlarse y aliviarse. Técnicas ancestrales como el yoga ayudan a relajar los músculos afectados; los puntos de acupuntura coinciden en un 77 por ciento con los puntos gatillo. Para prevenir el dolor muscular, lo mejor es hacer un ejercicio suave y continuo y evitar las posturas mantenidas durante largo tiempo.
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