La República (Perú)
Dr. José Luis Pérez Albela Beraún
www.biendesalud.org
Para abordar con éxito esta enfermedad hay que cuidar que no exista una deficiencia nutricional.
El síndrome de fatiga crónica fue reconocido y definido como una enfermedad desde 1988. Antes de esta fecha quienes lo sufrían eran catalogados casi como neuróticos. Se le atribuía causas psicológicas. Lo que se siente en general es un profundo agotamiento, insomnio e incapacidad para hacer las tareas más simples o para enfrentar cualquier estrés, todo ello como consecuencia de un debilitamiento del sistema inmunológico. Muchos casos agudos se han presentado después de haber afrontado situaciones de estrés.
Hoy en día recibe varios nombres, Epstein-Barr, gripe de los yuppies, en Gran Bretaña se llama encefalomielitis miálgica, que identifica a los músculos y cerebro como sitios de inflamación. En Estados Unidos se diagnostica como síndrome de fatiga crónica y coincide en síntomas con la fibromialgia. Muchos casos agudos se han presentado después de haberse afrontado gran estrés físico o emocional.
Un factor desencadenante podría ser la reactivación de un virus presente en el organismo, llamado Epstein-Barr, para el cual la gran mayoría de la población ya tiene anticuerpos, al habérsele presentado la infección como un resfriado o una gripe normal. Sin embargo, para algunos la primera infección o reactivación del virus puede ser muy severa y los deja muy fatigados, agotados, y nunca realmente saludables de nuevo.
Esta infección se vuelve crónica porque el sistema inmunológico no estaría lo suficiente fuerte para enfrentar la enfermedad o porque quienes la sufren entran en contacto con algún químico o contaminante que debilita aún más el sistema inmune. Una de las formas en que el sistema de defensas entra en estrés es por el agotamiento generalizado de minerales y vitaminas que necesita para funcionar apropiadamente.
Los síntomas son fiebre moderada, dolor de garganta recurrente ganglios linfáticos dolorosos, debilidad muscular, fatiga prolongada después de hacer ejercicios, dolor de cabeza recurrente, dolor migratorio en las articulaciones, sensibilidad a la luz intensa, olvido de las cosas, confusión, inhabilidad para concentrarse, excesiva irritabilidad, depresión y trastornos del sueño.
La falta de actividad física, la vida sedentaria, la alimentación desequilibrada, la contaminación ambiental y la exposición a sustancias tóxicas y químicas, a través de los alimentos, medicamentos, amalgamas, etc. así como el estrés son factores que contribuyen al desenlace de este síndrome. El estrés origina la sobreproducción de adrenalina que produce la deficiencia de Magnesio que causa el agotamiento de energía que lleva a la fatiga. La deficiencia de este mineral es común en los pacientes con estos males.
Para abordar con éxito esta enfermedad hay que cuidar que no exista una deficiencia nutricional, identificar si hay condiciones de infección por hongos, hipotiroidismo y alergias. Corregir una deficiencia de Magnesio, pues este mineral fortalece el sistema inmunológico, contribuye a la eliminación de toxinas del organismo haciéndolo más resistente ante los gérmenes. El ácido málico, existente especialmente en las manzanas y frutas en general es beneficioso, y la homeopatía es una alternativa natural eficaz e inocua.
Dr. José Luis Pérez Albela Beraún
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Para abordar con éxito esta enfermedad hay que cuidar que no exista una deficiencia nutricional.
El síndrome de fatiga crónica fue reconocido y definido como una enfermedad desde 1988. Antes de esta fecha quienes lo sufrían eran catalogados casi como neuróticos. Se le atribuía causas psicológicas. Lo que se siente en general es un profundo agotamiento, insomnio e incapacidad para hacer las tareas más simples o para enfrentar cualquier estrés, todo ello como consecuencia de un debilitamiento del sistema inmunológico. Muchos casos agudos se han presentado después de haber afrontado situaciones de estrés.
Hoy en día recibe varios nombres, Epstein-Barr, gripe de los yuppies, en Gran Bretaña se llama encefalomielitis miálgica, que identifica a los músculos y cerebro como sitios de inflamación. En Estados Unidos se diagnostica como síndrome de fatiga crónica y coincide en síntomas con la fibromialgia. Muchos casos agudos se han presentado después de haberse afrontado gran estrés físico o emocional.
Un factor desencadenante podría ser la reactivación de un virus presente en el organismo, llamado Epstein-Barr, para el cual la gran mayoría de la población ya tiene anticuerpos, al habérsele presentado la infección como un resfriado o una gripe normal. Sin embargo, para algunos la primera infección o reactivación del virus puede ser muy severa y los deja muy fatigados, agotados, y nunca realmente saludables de nuevo.
Esta infección se vuelve crónica porque el sistema inmunológico no estaría lo suficiente fuerte para enfrentar la enfermedad o porque quienes la sufren entran en contacto con algún químico o contaminante que debilita aún más el sistema inmune. Una de las formas en que el sistema de defensas entra en estrés es por el agotamiento generalizado de minerales y vitaminas que necesita para funcionar apropiadamente.
Los síntomas son fiebre moderada, dolor de garganta recurrente ganglios linfáticos dolorosos, debilidad muscular, fatiga prolongada después de hacer ejercicios, dolor de cabeza recurrente, dolor migratorio en las articulaciones, sensibilidad a la luz intensa, olvido de las cosas, confusión, inhabilidad para concentrarse, excesiva irritabilidad, depresión y trastornos del sueño.
La falta de actividad física, la vida sedentaria, la alimentación desequilibrada, la contaminación ambiental y la exposición a sustancias tóxicas y químicas, a través de los alimentos, medicamentos, amalgamas, etc. así como el estrés son factores que contribuyen al desenlace de este síndrome. El estrés origina la sobreproducción de adrenalina que produce la deficiencia de Magnesio que causa el agotamiento de energía que lleva a la fatiga. La deficiencia de este mineral es común en los pacientes con estos males.
Para abordar con éxito esta enfermedad hay que cuidar que no exista una deficiencia nutricional, identificar si hay condiciones de infección por hongos, hipotiroidismo y alergias. Corregir una deficiencia de Magnesio, pues este mineral fortalece el sistema inmunológico, contribuye a la eliminación de toxinas del organismo haciéndolo más resistente ante los gérmenes. El ácido málico, existente especialmente en las manzanas y frutas en general es beneficioso, y la homeopatía es una alternativa natural eficaz e inocua.
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