Edición | Fibromialgia.nom.es 14-02-2008
Fuente | Editora médica digital
La impotencia media la relación entre dolor y síntomas depresivos en los pacientes con fibromialgia, y tiene una influencia única más allá de las contribuciones del desempleo, el dolor y el deterioro funcional.
Además del dolor y el deterioro físico asociado a la fibromialgia, muchos pacientes con este síndrome presentan serios trastornos del humor. Entre el 50% y el 70% de los pacientes con fibromialgia informan haber tenido depresión en algún momento de su vida. La alta prevalencia de depresión contribuye a la mala calidad de vida y la fatiga informada por muchos enfermos de fibromialgia. El Dr. Rand Palomino y sus colegas de Helix Clinical Research de La Mesa, California, decidieron evaluar el papel de la pérdida de aptitudes físicas (PAF) y la sensación de impotencia como mediadores del impacto del dolor y la discapacidad sobre la depresión de los pacientes con fibromialgia. Se utilizó un primer modelo para determinar si la PAF, aplicada como interferencia en las actividades cotidianas, media la relación entre discapacidad y depresión. En el segundo modelo se evaluaron los mecanismos por los cuales el dolor se vincula con la depresión de estos pacientes.
Métodos
La investigación incluyó a 80 pacientes con fibromialgia (76 mujeres), con una edad promedio de 52,5 años y una duración promedio de la enfermedad de 13,8 años. Ninguno de los participantes tenía trastornos reumatológicos ni problemas psiquiátricos serios tales como psicosis, trastorno bipolar u otros. El 55% de los pacientes utilizaba analgésicos, el 60% antidepresivos y el 33% medicamentos para dormir. Se utilizó el cuestionario SF-36 para evaluar la discapacidad física de los participantes. Para evaluar el dolor se generó un índice combinado que incluyó el Índice de Calificación del Dolor del Cuestionario McGill, la subescala de dolor del Cuestionario de Impacto de la Fibromialgia, y los criterios de puntos sensibles definidos por el American College of Rheumatology. La impotencia vinculada específicamente a la fibromialgia se evaluó con la subescala correspondiente del Índice de Actitudes en Reumatología, y la PAF se midió con la subescala de interferencia del Inventario Multidimensional de dolor de West Haven-Yale. Para evaluar la depresión se utilizó el informe de los propios pacientes en la escala CES-D y la evaluación objetiva con la escala Hamilton de Depresión. Para evaluar las hipótesis de cada modelo se aplicó regresión múltiple jerárquica.
Resultados
Con un puntaje medio de 24,35 en la escala CES-D, el 61% de los participantes presentaron depresión clínicamente significativa. Los puntajes medios de dolor fueron similares a los de otros estudios sobre fibromialgia. Los puntajes de los mediadores analizados también fueron similares a los de otros estudios (16,36±4,01 para la impotencia y 4,16±1,26 para la interferencia. La discapacidad funcional (40,03±22,24 puntos en el cuestionario SF-36) fue levemente inferior a la informada por otros autores. El Modelo 1 evaluó si la PAF mediar la relación entre discapacidad y depresión. En la primera regresión, la discapacidad explicó el 17% de la varianza de PAF y el 4% de la varianza de depresión luego de ajustar los datos por variables demográficas. En el paso siguiente se introdujo al modelo la interferencia, controlando el efecto directo de la discapacidad física. Sólo la PAF se relacionó significativamente con los síntomas depresivos, explicando el 7% de su varianza. El modelo global explicó el 32% de la varianza en los puntajes de depresión. La prueba de Sobel indicó que la PAF explicaba la influencia de la discapacidad física sobre la depresión. En el Modelo 2 se examinó si la impotencia relacionada específicamente a la fibromialgia y la PAF median los efectos del dolor sobre la depresión. El dolor explicó el 14% de la varianza de impotencia y el 12% de la varianza de PAF. Luego de excluir los efectos de las variables demográficas y la discapacidad, el dolor explicó por sí solo un 6% de la varianza de depresión. Cuando se incorporaron al modelo las variables de mediación, sólo la impotencia se relacionó con los síntomas depresivos, explicando el 6% de la varianza de depresión. El modelo global explicó el 41% de la varianza en los síntomas depresivos. La PAF no guardó relación independiente con la depresión cuando compitió con la impotencia, a pesar de que existía una alta correlación entre PAF e impotencia y que la PAF correlacionaba significativamente con la depresión. La prueba de Sobel indicó que la impotencia explicaba la relación entre dolor y depresión.
Discusión
Dado que los pacientes con fibromialgia experimentan una discapacidad funcional significativa, señalan los expertos, el primer modelo de este estudio evaluó la relación entre discapacidad y síntomas depresivos. La PAF en áreas clave de la vida, como las tareas hogareñas, el trabajo o las relaciones familiares y sociales significativas, contribuyó más a la predicción de la depresión que la pérdida de funciones físicas básicas. De hecho, la discapacidad física no se asoció con la depresión luego de ajustar los datos por la contribución de la PAF percibida por el paciente. Esto demuestra que las limitaciones de funcionalidad física no producen en forma directa trastornos del humor en los pacientes con fibromialgia, si no que esa relación depende de la pérdida de funcionalidad en aspectos valorados por el enfermo desde lo cultural y lo personal. En el segundo modelo se evaluaron simultáneamente el papel de la impotencia y la PAF sobre la relación entre dolor y depresión. Cuando se ingresaron ambos parámetros en la regresión, la impotencia medió completamente la relación entre dolor y síntomas depresivos, y demostró una influencia única más allá de las contribuciones del desempleo, el dolor y el deterioro funcional. Aunque la pérdida de funciones físicas clave fue un predictor positivo significativo de depresión y un mediador de la relación entre discapacidad y depresión, la PAF no constituyó una contribución única a la predicción de los síntomas depresivos cuando compitió con la impotencia en la regresión. La impotencia, concluyen los expertos, parece ser un factor especialmente crítico para explicar los síntomas depresivos de los pacientes con fibromialgia.
Fuente | Editora médica digital
La impotencia media la relación entre dolor y síntomas depresivos en los pacientes con fibromialgia, y tiene una influencia única más allá de las contribuciones del desempleo, el dolor y el deterioro funcional.
Además del dolor y el deterioro físico asociado a la fibromialgia, muchos pacientes con este síndrome presentan serios trastornos del humor. Entre el 50% y el 70% de los pacientes con fibromialgia informan haber tenido depresión en algún momento de su vida. La alta prevalencia de depresión contribuye a la mala calidad de vida y la fatiga informada por muchos enfermos de fibromialgia. El Dr. Rand Palomino y sus colegas de Helix Clinical Research de La Mesa, California, decidieron evaluar el papel de la pérdida de aptitudes físicas (PAF) y la sensación de impotencia como mediadores del impacto del dolor y la discapacidad sobre la depresión de los pacientes con fibromialgia. Se utilizó un primer modelo para determinar si la PAF, aplicada como interferencia en las actividades cotidianas, media la relación entre discapacidad y depresión. En el segundo modelo se evaluaron los mecanismos por los cuales el dolor se vincula con la depresión de estos pacientes.
Métodos
La investigación incluyó a 80 pacientes con fibromialgia (76 mujeres), con una edad promedio de 52,5 años y una duración promedio de la enfermedad de 13,8 años. Ninguno de los participantes tenía trastornos reumatológicos ni problemas psiquiátricos serios tales como psicosis, trastorno bipolar u otros. El 55% de los pacientes utilizaba analgésicos, el 60% antidepresivos y el 33% medicamentos para dormir. Se utilizó el cuestionario SF-36 para evaluar la discapacidad física de los participantes. Para evaluar el dolor se generó un índice combinado que incluyó el Índice de Calificación del Dolor del Cuestionario McGill, la subescala de dolor del Cuestionario de Impacto de la Fibromialgia, y los criterios de puntos sensibles definidos por el American College of Rheumatology. La impotencia vinculada específicamente a la fibromialgia se evaluó con la subescala correspondiente del Índice de Actitudes en Reumatología, y la PAF se midió con la subescala de interferencia del Inventario Multidimensional de dolor de West Haven-Yale. Para evaluar la depresión se utilizó el informe de los propios pacientes en la escala CES-D y la evaluación objetiva con la escala Hamilton de Depresión. Para evaluar las hipótesis de cada modelo se aplicó regresión múltiple jerárquica.
Resultados
Con un puntaje medio de 24,35 en la escala CES-D, el 61% de los participantes presentaron depresión clínicamente significativa. Los puntajes medios de dolor fueron similares a los de otros estudios sobre fibromialgia. Los puntajes de los mediadores analizados también fueron similares a los de otros estudios (16,36±4,01 para la impotencia y 4,16±1,26 para la interferencia. La discapacidad funcional (40,03±22,24 puntos en el cuestionario SF-36) fue levemente inferior a la informada por otros autores. El Modelo 1 evaluó si la PAF mediar la relación entre discapacidad y depresión. En la primera regresión, la discapacidad explicó el 17% de la varianza de PAF y el 4% de la varianza de depresión luego de ajustar los datos por variables demográficas. En el paso siguiente se introdujo al modelo la interferencia, controlando el efecto directo de la discapacidad física. Sólo la PAF se relacionó significativamente con los síntomas depresivos, explicando el 7% de su varianza. El modelo global explicó el 32% de la varianza en los puntajes de depresión. La prueba de Sobel indicó que la PAF explicaba la influencia de la discapacidad física sobre la depresión. En el Modelo 2 se examinó si la impotencia relacionada específicamente a la fibromialgia y la PAF median los efectos del dolor sobre la depresión. El dolor explicó el 14% de la varianza de impotencia y el 12% de la varianza de PAF. Luego de excluir los efectos de las variables demográficas y la discapacidad, el dolor explicó por sí solo un 6% de la varianza de depresión. Cuando se incorporaron al modelo las variables de mediación, sólo la impotencia se relacionó con los síntomas depresivos, explicando el 6% de la varianza de depresión. El modelo global explicó el 41% de la varianza en los síntomas depresivos. La PAF no guardó relación independiente con la depresión cuando compitió con la impotencia, a pesar de que existía una alta correlación entre PAF e impotencia y que la PAF correlacionaba significativamente con la depresión. La prueba de Sobel indicó que la impotencia explicaba la relación entre dolor y depresión.
Discusión
Dado que los pacientes con fibromialgia experimentan una discapacidad funcional significativa, señalan los expertos, el primer modelo de este estudio evaluó la relación entre discapacidad y síntomas depresivos. La PAF en áreas clave de la vida, como las tareas hogareñas, el trabajo o las relaciones familiares y sociales significativas, contribuyó más a la predicción de la depresión que la pérdida de funciones físicas básicas. De hecho, la discapacidad física no se asoció con la depresión luego de ajustar los datos por la contribución de la PAF percibida por el paciente. Esto demuestra que las limitaciones de funcionalidad física no producen en forma directa trastornos del humor en los pacientes con fibromialgia, si no que esa relación depende de la pérdida de funcionalidad en aspectos valorados por el enfermo desde lo cultural y lo personal. En el segundo modelo se evaluaron simultáneamente el papel de la impotencia y la PAF sobre la relación entre dolor y depresión. Cuando se ingresaron ambos parámetros en la regresión, la impotencia medió completamente la relación entre dolor y síntomas depresivos, y demostró una influencia única más allá de las contribuciones del desempleo, el dolor y el deterioro funcional. Aunque la pérdida de funciones físicas clave fue un predictor positivo significativo de depresión y un mediador de la relación entre discapacidad y depresión, la PAF no constituyó una contribución única a la predicción de los síntomas depresivos cuando compitió con la impotencia en la regresión. La impotencia, concluyen los expertos, parece ser un factor especialmente crítico para explicar los síntomas depresivos de los pacientes con fibromialgia.
Palomino RA, Nicassio PM, Greenberg MA, Medina EP. Helplessness and loss as mediators between pain and depressive symptoms in fibromyalgia. Pain 129:185-194, 2007
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