Las enfermedades crónicas siempre van ligadas entre como vives la enfermedad y como evoluciona esta; esta reflexión no es una excusa para dejarse llevar por las emociones negativas y dejarse llevar por la enfermedad; sino un punto de cordura para quien la vive con positivismo y no puede "luchar" contra el deterioro de la enfermedad a pesar de las emociones positivas.
Buscar ayuda si se necesita nunca es un signo de debilidad sino de verdadera inteligencia.
Os dejo con la noticia;
Edición | Fibromialgia.nom.es
Fuente| medline
El estado emocional no afecta la supervivencia al cáncer
Investigadores no encontraron diferencia entre los pacientes animados y los menos positivos
Ni los estados emocionales positivos ni los negativos predicen cuánto tiempo sobrevivirá un paciente de cáncer, según encuentra un estudio reciente.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania acaban de publicar datos que muestran que entre los pacientes de cáncer de cabeza y cuello, la salud emocional, ya sea buena o mala, no es un factor independiente que afecte el pronóstico.
"Anticipamos encontrar que el bienestar emocional predeciría el resultado del cáncer. Lo buscamos de manera exhaustiva y concluimos que no hay efecto del bienestar emocional sobre el resultado del cáncer", afirmó James Coyne, autor del estudio y psicólogo de la Universidad de Pensilvania. "Creo que [la supervivencia al cáncer] es básicamente biológica. Los pacientes de cáncer no deben culparse. Con demasiada frecuencia, pensamos que si el cáncer puede vencerse, el paciente debería lograrlo. El cáncer no se puede controlar. Para algunas personas, esta noticia podría llevar a cierto nivel de aceptación".
El estudio, que se espera que sea publicado en la edición del 1 de diciembre de Cancer, utilizó datos provenientes de casi 1,100 pacientes inscritos en dos ensayos clínicos de fase III para nuevos tratamientos de cáncer de cabeza y cuello.
Los pacientes llenaron cuestionarios sobre su actitud y redes sociales al inicio del estudio y en el seguimiento. El cuestionario incluyó cinco preguntas para evaluar el bienestar emocional, que incluían ítems como "Estoy triste" y "Estoy perdiendo mis esperanzas en mi batalla contra la enfermedad".
Para el final del estudio de cinco años, 646 pacientes habían muerto. Cuando se analizaron los datos, los investigadores encontraron que el estado emocional no tenía efecto sobre el curso del cáncer o la supervivencia del paciente.
Aunque no hay evidencia de que la psicoterapia o los grupos de apoyo contribuyan a la probabilidad de supervivencia, Coyne dijo que si los pacientes de cáncer necesitan ayuda de salud mental para mejorar su calidad de vida, deberían buscarla.
El Dr. Benjamin Movsas, coautor del estudio, estuvo de acuerdo y afirmó que la calidad de vida podría de hecho ser un factor en la supervivencia del paciente de cáncer, pero que se trata de un concepto mucho más abarcador que el estado de ánimo y la actitud.
"En un estudio separado, encontramos que los hombres solteros que tienen cáncer de cabeza y cuello parecían estar en riesgo de una menor supervivencia... mientras que en otro estudio, encontramos que también tenían la menor calidad de vida", apuntó Movsas, presidente de oncología de radiación del Hospital Henry Ford de Detroit.
Cada año se diagnostican unos 40,000 nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello, y unas 11,000 personas mueren por causa de estos cánceres anualmente, según la American Cancer Society.
El papel de la actitud del paciente en el tratamiento del cáncer ha sido debatido por años. Este no es el primer estudio en evaluar si el estado emocional podría afectar el curso del cáncer. Sin embargo, este estudio tuvo un mayor número de muertes que la cantidad de inscritos en otros estudios, anotaron los investigadores, lo que permite un mayor control sobre problemas de azar que podrían afectar los resultados del estudio.
Una ventaja de trabajar con personas en un ensayo clínico, señaló Coyne, es saber que todos reciben el mismo tratamiento.
Pero la positivismo o negatividad no es el asunto, sugirió el Dr. David Spiegel, presidente asociado de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de medicina de la Universidad de Stanford en California. Lo que importa es la manera en que el paciente de cáncer afronta los estreses de su vida, dijo Spiegel.
"Los autores exageran sustancialmente la calidad de sus datos y los hallazgos", sentenció Spiegel. "Usaron una subescala de una medida de calidad de vida, que difícilmente constituye una medida confiable de depresión y que ofrece, por definición, una varianza limitada del ánimo, lo que dificulta por diseño el mostrar una relación con cualquier otra variable".
Spiegel también anotó que los cánceres de cabeza y cuello tienen en general un "pronóstico muy mala" y no son sensibles a las hormonas. Además, usualmente requieren cirugía seria y radioterapia, factores que tienen consecuencias sociales y psicológicas.
"Nuestra investigación muestra que no se trata de una actitud positiva, sino de enfrentarse y manejar bien los altibajos de la vida con el cáncer, lo que es al menos psicológicamente útil", añadió Spiegel.
Pero un estudio australiano publicado en la edición de febrero de Cancer mostró resultados similares para los pacientes de cáncer de pulmón. Los pacientes de ese estudio también llenaron cuestionarios sobre su perspectiva antes y después del tratamiento.
Al igual que en el estudio actual, el equipo australiano de investigación no encontró relaciones entre la actitud, fuera positiva o negativa, y el resultado.
Otro estudio, publicado en la edición del 1 de noviembre del British Medical Journal, analizó datos de 26 estudios sobre la perspectiva emocional y la supervivencia al cáncer, y llegó a la misma conclusión: Una perspectiva positiva podría ser algo bueno en general, pero no tiene impacto sobre los resultados del cáncer. Lo mismo pasaba con la negatividad.
Pero se necesita más investigación, arguyó Spiegel. La conexión entre la depresión real y el curso del cáncer aún no se comprende bien.
"Los pacientes de mi grupo de apoyo preguntan, en broma, si ya están viviendo más. Lamentan las muertes cuando ocurren, pero hacerlo los fortalece", afirmó Spiegel. "Bromean sobre la prisión del pensamiento positivo. La conexión entre el ánimo y el cáncer no se trata del 'pensamiento positivo', sino de manejar los factores estresantes de una enfermedad que amenaza la vida, los cuales son muy reales".
Otro experto dijo no estar sorprendido por los hallazgos de Pensilvania.
"Es más probable que las personas escuchen esta noticia como un alivio que como una decepción", afirmó el Dr. Michael Fisch, profesor asociado de oncología gastrointestinal médica del Centro de cáncer M.D. Anderson de la Universidad de Texas en Houston.
La supervivencia depende de la localización del cáncer, los factores de riesgo por el cáncer y qué tan avanzado está el cáncer cuando se diagnostica, señaló Fisch.
Según Fisch, quien trata a pacientes de cáncer de cabeza y cuello en Houston, la supervivencia tiene más que ver con la atención de salud y la biología del cáncer en cuestión que con la actitud. Un buen apoyo social y un sentido espiritual de algo más grande que uno mismo también resultan beneficiosos, dijo Fisch.
Fisch apuntó que probablemente sólo el 5 por ciento de los pacientes de cáncer de cabeza y cuello ingresen a un ensayo clínico de fase III, y que los que lo hacen probablemente tengan más apoyo social y médico que sus homólogos. En otras palabras, ingresaron al estudio con una ventaja que haría que los datos basados en sus actitudes sobre los que informan sean difíciles de generalizar para otros pacientes de cáncer.
Fisch favorece un concepto que llama "estilos de entusiasmo", comparando la manera en que la gente procede con el cáncer a la manera en que se entusiasman con un equipo deportivo. Algunos son fanáticos empedernidos que nunca se rinden, mientras que otros se plantean la posibilidad de perder un juego o una temporada, pero ambos fanáticos apoyan al mismo equipo.
"Algunas personas tienen un estilo optimistas. Otros tienen un estilo que, si se les pregunta qué piensan que será el resultado, se mostrarán menos seguros. Tienen un estilo de afrontamiento que no es el de actitud positiva, pero que los mantiene al tanto y funciona para ellos", aseguró Fisch.
De hecho, añadió Fisch, tratar de exhortar a una persona con una manera de hablar menos positiva sobre su cáncer a que piense más positivamente probablemente sólo le causaría más estrés. Es a lo que se refiere como la "tiranía de los sistemas de culpa", en que otras personas implican que el paciente tiene cierto control mental sobre el resultado del cáncer.
Cuando los estilos difieren en las familias o parejas, puede resultar en conflictos, afirmó Fisch. La clave es encontrar lo que funciona para el paciente y apoyarlo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
Buscar ayuda si se necesita nunca es un signo de debilidad sino de verdadera inteligencia.
Os dejo con la noticia;
Edición | Fibromialgia.nom.es
Fuente| medline
El estado emocional no afecta la supervivencia al cáncer
Investigadores no encontraron diferencia entre los pacientes animados y los menos positivos
Ni los estados emocionales positivos ni los negativos predicen cuánto tiempo sobrevivirá un paciente de cáncer, según encuentra un estudio reciente.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania acaban de publicar datos que muestran que entre los pacientes de cáncer de cabeza y cuello, la salud emocional, ya sea buena o mala, no es un factor independiente que afecte el pronóstico.
"Anticipamos encontrar que el bienestar emocional predeciría el resultado del cáncer. Lo buscamos de manera exhaustiva y concluimos que no hay efecto del bienestar emocional sobre el resultado del cáncer", afirmó James Coyne, autor del estudio y psicólogo de la Universidad de Pensilvania. "Creo que [la supervivencia al cáncer] es básicamente biológica. Los pacientes de cáncer no deben culparse. Con demasiada frecuencia, pensamos que si el cáncer puede vencerse, el paciente debería lograrlo. El cáncer no se puede controlar. Para algunas personas, esta noticia podría llevar a cierto nivel de aceptación".
El estudio, que se espera que sea publicado en la edición del 1 de diciembre de Cancer, utilizó datos provenientes de casi 1,100 pacientes inscritos en dos ensayos clínicos de fase III para nuevos tratamientos de cáncer de cabeza y cuello.
Los pacientes llenaron cuestionarios sobre su actitud y redes sociales al inicio del estudio y en el seguimiento. El cuestionario incluyó cinco preguntas para evaluar el bienestar emocional, que incluían ítems como "Estoy triste" y "Estoy perdiendo mis esperanzas en mi batalla contra la enfermedad".
Para el final del estudio de cinco años, 646 pacientes habían muerto. Cuando se analizaron los datos, los investigadores encontraron que el estado emocional no tenía efecto sobre el curso del cáncer o la supervivencia del paciente.
Aunque no hay evidencia de que la psicoterapia o los grupos de apoyo contribuyan a la probabilidad de supervivencia, Coyne dijo que si los pacientes de cáncer necesitan ayuda de salud mental para mejorar su calidad de vida, deberían buscarla.
El Dr. Benjamin Movsas, coautor del estudio, estuvo de acuerdo y afirmó que la calidad de vida podría de hecho ser un factor en la supervivencia del paciente de cáncer, pero que se trata de un concepto mucho más abarcador que el estado de ánimo y la actitud.
"En un estudio separado, encontramos que los hombres solteros que tienen cáncer de cabeza y cuello parecían estar en riesgo de una menor supervivencia... mientras que en otro estudio, encontramos que también tenían la menor calidad de vida", apuntó Movsas, presidente de oncología de radiación del Hospital Henry Ford de Detroit.
Cada año se diagnostican unos 40,000 nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello, y unas 11,000 personas mueren por causa de estos cánceres anualmente, según la American Cancer Society.
El papel de la actitud del paciente en el tratamiento del cáncer ha sido debatido por años. Este no es el primer estudio en evaluar si el estado emocional podría afectar el curso del cáncer. Sin embargo, este estudio tuvo un mayor número de muertes que la cantidad de inscritos en otros estudios, anotaron los investigadores, lo que permite un mayor control sobre problemas de azar que podrían afectar los resultados del estudio.
Una ventaja de trabajar con personas en un ensayo clínico, señaló Coyne, es saber que todos reciben el mismo tratamiento.
Pero la positivismo o negatividad no es el asunto, sugirió el Dr. David Spiegel, presidente asociado de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de medicina de la Universidad de Stanford en California. Lo que importa es la manera en que el paciente de cáncer afronta los estreses de su vida, dijo Spiegel.
"Los autores exageran sustancialmente la calidad de sus datos y los hallazgos", sentenció Spiegel. "Usaron una subescala de una medida de calidad de vida, que difícilmente constituye una medida confiable de depresión y que ofrece, por definición, una varianza limitada del ánimo, lo que dificulta por diseño el mostrar una relación con cualquier otra variable".
Spiegel también anotó que los cánceres de cabeza y cuello tienen en general un "pronóstico muy mala" y no son sensibles a las hormonas. Además, usualmente requieren cirugía seria y radioterapia, factores que tienen consecuencias sociales y psicológicas.
"Nuestra investigación muestra que no se trata de una actitud positiva, sino de enfrentarse y manejar bien los altibajos de la vida con el cáncer, lo que es al menos psicológicamente útil", añadió Spiegel.
Pero un estudio australiano publicado en la edición de febrero de Cancer mostró resultados similares para los pacientes de cáncer de pulmón. Los pacientes de ese estudio también llenaron cuestionarios sobre su perspectiva antes y después del tratamiento.
Al igual que en el estudio actual, el equipo australiano de investigación no encontró relaciones entre la actitud, fuera positiva o negativa, y el resultado.
Otro estudio, publicado en la edición del 1 de noviembre del British Medical Journal, analizó datos de 26 estudios sobre la perspectiva emocional y la supervivencia al cáncer, y llegó a la misma conclusión: Una perspectiva positiva podría ser algo bueno en general, pero no tiene impacto sobre los resultados del cáncer. Lo mismo pasaba con la negatividad.
Pero se necesita más investigación, arguyó Spiegel. La conexión entre la depresión real y el curso del cáncer aún no se comprende bien.
"Los pacientes de mi grupo de apoyo preguntan, en broma, si ya están viviendo más. Lamentan las muertes cuando ocurren, pero hacerlo los fortalece", afirmó Spiegel. "Bromean sobre la prisión del pensamiento positivo. La conexión entre el ánimo y el cáncer no se trata del 'pensamiento positivo', sino de manejar los factores estresantes de una enfermedad que amenaza la vida, los cuales son muy reales".
Otro experto dijo no estar sorprendido por los hallazgos de Pensilvania.
"Es más probable que las personas escuchen esta noticia como un alivio que como una decepción", afirmó el Dr. Michael Fisch, profesor asociado de oncología gastrointestinal médica del Centro de cáncer M.D. Anderson de la Universidad de Texas en Houston.
La supervivencia depende de la localización del cáncer, los factores de riesgo por el cáncer y qué tan avanzado está el cáncer cuando se diagnostica, señaló Fisch.
Según Fisch, quien trata a pacientes de cáncer de cabeza y cuello en Houston, la supervivencia tiene más que ver con la atención de salud y la biología del cáncer en cuestión que con la actitud. Un buen apoyo social y un sentido espiritual de algo más grande que uno mismo también resultan beneficiosos, dijo Fisch.
Fisch apuntó que probablemente sólo el 5 por ciento de los pacientes de cáncer de cabeza y cuello ingresen a un ensayo clínico de fase III, y que los que lo hacen probablemente tengan más apoyo social y médico que sus homólogos. En otras palabras, ingresaron al estudio con una ventaja que haría que los datos basados en sus actitudes sobre los que informan sean difíciles de generalizar para otros pacientes de cáncer.
Fisch favorece un concepto que llama "estilos de entusiasmo", comparando la manera en que la gente procede con el cáncer a la manera en que se entusiasman con un equipo deportivo. Algunos son fanáticos empedernidos que nunca se rinden, mientras que otros se plantean la posibilidad de perder un juego o una temporada, pero ambos fanáticos apoyan al mismo equipo.
"Algunas personas tienen un estilo optimistas. Otros tienen un estilo que, si se les pregunta qué piensan que será el resultado, se mostrarán menos seguros. Tienen un estilo de afrontamiento que no es el de actitud positiva, pero que los mantiene al tanto y funciona para ellos", aseguró Fisch.
De hecho, añadió Fisch, tratar de exhortar a una persona con una manera de hablar menos positiva sobre su cáncer a que piense más positivamente probablemente sólo le causaría más estrés. Es a lo que se refiere como la "tiranía de los sistemas de culpa", en que otras personas implican que el paciente tiene cierto control mental sobre el resultado del cáncer.
Cuando los estilos difieren en las familias o parejas, puede resultar en conflictos, afirmó Fisch. La clave es encontrar lo que funciona para el paciente y apoyarlo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
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