Cuando enfermé parecen siglos ya (y no soy tan mayor) fué en el mejor momento de mi vida. Acababa de dar a luz a un deseado hijo.
El hecho de ser madre hace que tengas un instinto el de protección y un deseo guiarle a la felicidad.
Al poco de dar a luz debutaron síntomas que jamas había vivido, dolores de cuello, inflamaciones de rodilla, fiebre inexplicables al atardecer, pero continuas...dejas a un lado las síntomas y lo importante son ell@s.
Niegas la realidad, aquello a lo que estabas preparada para vivir con un momento único no quieres que nada lo empañe, Y continuas adelante.
Hasta que llega el día que no puedes más y acudes al médico, y el medico te deriva al especialista, y el especialista te dice que tienes una enfermedad crónica te pauta una serie de consejos y medicación y con ello vuelves a la normalidad o pretendes volver.
Pero eso es otra historia...
Pero eso es otra historia...
Empecé a informarme via internet no por mi enfermedad, sino por el comportamiento de los médicos, los "sentía" hostiles, sin ganas de hablar del tema, sin darle importancia, era un comportamiento atípico el que percibía como enferma.
Cuando los sintomas que vivía eran insufribles y en mi papel de madre en aquellos momentos no permitiría que nada arruinase la felicidad de mi hijo, su salud física y emocional era ante todo.
Entonces es cuando adentrándome en internet en el campo de la salud, vi el gran sufrimiento de otros pacientes, me dí cuenta de como la medicina en general trataba la enfermedad, eran tópicos creados a lo largo de años entre la comunidad médica y estaba en lo cierto en lo "extraño" de su comportamiento.
El sufrimiento de otros pacientes era incomparable con lo que yo estaba viviendo y mucho de él podía ser evitado dándole pistas con información de "calidad".
La pildora la terminó de poner cuando conocí el dato de como se forma a un médico en el dolor, las mínimas horas que dedican en la carrera a la formación en este sentido (creo recordar que eran como cinco horas), existiendo un porcentaje tan alto de enfermos crónicos con dolor con diferentes "etiquetas".
Informando desde la "evidencia Cientifica" intenté mostrar que los sentimientos de los que salían con sentimientos de "no me cree" "no dá importancia a lo que tengo" o la conocida frase de "todo está en tu cabeza" eran inútiles, que se sufria sin necesidad, la atención que se recibía era debida a creencias arcaicas ancladas en el pasado.
Encontré enfermos arrinconados, desacreditados por sus amigos, abandonado por su familias y decidí ir más allá aportar información emocional.Encontré médicos en "silencio" que la padecían y me consultaban en secreto por el miedo a ser desacreditados entre sus propios colegas.Psicólogos afectados que me escribían en secreto por que eran "incomprendidos" por sus propios colegas en su misma rama.Enfermeras que sorteaban en su día a día comentarios hostiles...
Fué y sigue siendo asombroso como llega un afectado, un familiar, amigos y hasta jóvenes profesionales empezaron a comprender...como entraba un enfermo totalmente inseguro, lleno de miedos y ver como poco a poco día tras día tras articulos médicos y relatos emocionales, iban creciendo, iban comprendiendo y de la inseguridad total pasaron, pasan y pasarán a tomar las riendas de su vida dentro de las limitaciones personales de cada vivencia...
Dar pistas a diario, pequeñas píldoras de esperanza, es algo muy gratificante...es algo que creo que mucho médicos se pierden por falta de tiempo, o de interés o de cualquiera que sea sus motivaciones personales por que no olvidemos son personas también.
Sí algo se necesita y cada vez más independientemente de la etiqueta (enfermedad) que se tenga es la unión entre afectados, profesionales de la salud y el entorno, y a través de este instrumento de rápida información puede llegar a ser posible.
Y mientras se llegue a este punto de reflexión entre todos los implicados, imágenes dicen que una imágen vale más que mil palabras.
Sí algo se necesita y cada vez más independientemente de la etiqueta (enfermedad) que se tenga es la unión entre afectados, profesionales de la salud y el entorno, y a través de este instrumento de rápida información puede llegar a ser posible.
Cuantos articulos en revistas de tirada nacional me he encontrado aportando sobre la enfermedad barbaridades como el milagro de Blasi en Interviu, ¿la revista de tirada nacional es más fiable que la redacción a conciencia de un afectado?Si hay que ponerle una etiqueta lo llamaría e-humanidad.
Y mientras se llegue a este punto de reflexión entre todos los implicados, imágenes dicen que una imágen vale más que mil palabras.
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