Cuando tu grado de fibromialgia es severo, y sin necesidad de serlo existen más días grises que soleados aunque nuestra fortaleza disipe los nubarrones del horizonte.
Cuando tienes un dia mediocre (no me gusta la palabra malo/a bajo ningún concepto) te levantas y haces el esfuerzo increible de seguir y de no parar, nunca parar...convives con el miedo de que si paras ya no podrás levantar.
A pesar del esfuerzo increible que haces, lo que no puedes conseguir es quitarte de tu cara el dolor y aunque pasen veinte años siempre la misma pregunta...siempre preguntas....preguntas que no quieres contestar por que quieres seguir...no quieres darle tregua a la enfermedad, a la autocompasión y ya ni a las explicaciones.
Por que tu entorno se sienta culpable por no estar a la altura, por no colaborar...por no aliviar la carga diaria de trabajo nacen esa preguntas...preguntas que podrían ser el principio de grandes conflictos y que prefieres obviar por que ya a estas alturas sabes y tienes muy claro a donde vas y adonde te diriges....hacia tu libertad, y habiendote desecho de tus sentimientos de culpabilidad y sintiéndote orgullosa/o de que tu esfuerzo personal y diario es enorme; que das más de lo que cualquier persona sana pueda hacer.
Ya no piensas cargar con los sentimientos de culpabilidad de las preguntas de tu gente cercana...o de sus silencios...indiferencia ya sientes indiferencia, una indiferencia que te hace más fuerte, más libre.
Por que aún estando sano nadie tiene la obligación de reir las 24 horas y pudiéndolo hacer no la practica ni una.
Preguntas que esconden el remordimiento, el remordimiento de lo que los demás podrían hacer por aliviar tu carga y se desentienden con una amable pregunta. Presuntas llenas de culpabilidad y de infinito de no querer cambiar sus costumbres.
A todos mis amigos de camino
A todos mis amigos de camino
Carmen Martín
Es una gran verdad. No tenemos que sentirnos culpables de una enfermedad, que no hemos pedido, con el que luchamos día a día, Siempre con una sonrisa en los labios, para que nuestro entorno no se siente molesto. Nos callamos nuestros dolores, lloramos nuestro rabia en silencio y sufrimos la incomprensión de médicos y especialistas
ResponderEliminarHola. Tengo 40 años y soy madre de dos hermosas niñas. Tengo un esposo maravilloso, trabajo y casa propia.. en fin todo lo que las personas podrían pensar que hace feliz a una persona. Pero también tengo fibromialgia, la que no me causa tantos dolores como a otras personas, pero si algunos dolores menores en los puntos identificados y sobre todo fatiga crónica. A veces luego de alistarlas para la escuela ya estoy tan cansada que me cuesta agarrar impulso para ir a trabajar. Ojalá las personas comprendieran esto y no juzgaran a quienes estamos enfermos.
ResponderEliminarEs tan cierto como la misma vida , el que la padece es el que calla ya que para la mayor parte de los que no , todo es falso y en medicina es abrir la caja de pandora , yo llevo con ella 36 años y en fin aguantar que es lo que toca.
ResponderEliminarPues en mj caso.en mi condición yo daba todo para mi familia y cuando emferme de fibro note un cambio drástico yo por obvias razones ya no daba el 100 y necesitaba de su ayuda y se quejaban que quejumbrosa,exajeras etc.entonces pensé ok. Me preocupare por mi.,hare lo que pueda y descansaré para re obrar un plco de energia y bueno a sido muy duro para mi.
ResponderEliminarEn mi caso he recibido hasta insultos x no poder atender a mi madre en un tiempo, yo estaba con un gran estres x
ResponderEliminaralgo q le sucedio a mi hijo eso intensifico los dolores pero no m quedo otra q asumir mi responsabilidad ya que mis hermanos y sobrinos todos sanos abandonaron a mi madre y asi entre dolores y dificultades supero cada dia.Nadie se ha dado cuenta d mi enfermedad, o prefieren ignorarla.