Existen miles de cientos de miles de enfermos que se cree que no tienen voz, a través de diferentes, iniciativas de, propuestas, el trabajo de cientos, miles de hormigas desde las pocas o muchas fuerzas que le quedan, cada uno luchando a su manera, desde donde puede y como puede crea una cadena de unión y de esperanza. Porque cada grano cuenta, cada grano hace montaña y la voz de muchos servirá para cambiar una realidad demasiado dolorosa, demasiado difícil de soportar...para el enfermo primero y después para su entorno. Hoy quiero hacerme eco de la muerte de un activista y de la carta de una compañera mexicana que sacó a la luz: Gracias a Elisenda Poarch activista también me he enterado de esta desgarradora historia escrita por Veronica Scutia escrito en mayo del 2014. Publico hasta hoy ocho días después de ocurrida esta tragedia. El impacto de la noticia provocó una fuerte crisis en mí. Balzac esgrime “La ignorancia es la madre de los crímenes. Un crimen es,
¿Hablamos de fibromialgia?